«Grandes hechos historicos en España» Batalla de Roncesvalles
Batalla de Roncesvalles
Roncesvalles siempre fue lugar de paso. Por allí entraron a la Península los celtas y, más tarde, quienes utilizaban la vía romana que unía Burdeos y Astorga. En el año 778 el desfiladero de Luzaide/Valcarlos fue testigo de llamada Batalla de Roncesvalles, en la que la retaguardia del ejército de Carlomagno mandada por Roldán y con lo más granado de la nobleza franca fue derrotada.
La batalla de Roncesvalles tuvo lugar hace más de mil doscientos años, el 15 de agosto del año 778. El ejército de Carlomagno a su vuelta de una expedición más allá de las fronteras del reino tuvo su retaguardia atacada. Este hecho histórico, que conmovió a los contemporáneos y del que existen referencias cronísticas, inspiró la principal de las narraciones épicas medievales, la Chanson de Roland.
Ya no estamos ante una expedición dirigida a consolidar el poder franco en su límite meridional, sino ante un episodio de las fabulosas conquistas de Carlomagno, quien habría dominado toda España menos Zaragoza.
La batalla de Roncesvalles vino por traición del franco Ganelón, padrastro de Roldán. Carlomagno, a instancias de Roldán, había decidido enviar a Ganelón a una embajada ante el monarca pagano zaragozano Marsil. Enfurecido, Ganelón trama su pérfida venganza y acuerda con Marsil la destrucción de la retaguardia de veinte mil francos bien valientes comandada por Roldán. En el desfiladero, los doce pares, Roldán, el sensato Oliveros, el valiente arzobispo Tupín y sus compañeros, son atacados por hordas musulmanas, nada menos que cuatrocientos mil paganos. Como buenos caballeros combaten hasta la extenuación. Roldán no decide solicitar ayuda hasta que todo está perdido. En un impresionante desenlace, el héroe tañe el olifante de llamada que portaba al cuello, luego intenta destruir su espada Durandal para que no caiga en manos paganas, pero parte la roca y muere.
Carlomagno que ha escuchado la lejana llamada, acude en su socorro. Demasiado tarde. Tras vengar la muerte de sus fieles y aniquilar al ejército de Marsil, sólo le queda dar sepultura a sus valientes y portar hacia la dulce Francia los cadáveres de Roldán, Oliveros y de lo arzobispo Turpín, que enterrará en Blaye (Burdeos). La venganza se produce con la conquista de Zaragoza por Carlomagno. De vuelta en Aquisgrán, Ganelón es juzgado y muerto.
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La crónica de esta magnífica épica relata que, sobre la roca hendida por los últimos mandobles de Roldán, Carlomagno reunió a los innumerables guerreros francos muertos en esta batalla, y siglos más tarde se construyo la capilla del Espíritu Santo o silo de Carlomagno.
Recientemente se hiso un estudio de los huesos encontrados allí, y descubrieron que son huesos de hombres de una edad entre vente e treinta años.
¿Historia o Leyenda?
Entre los números recuerdos que se encuentran en el museo de Roncesvalles esta el tablero de ajedrez de Carlomagno, que habría estado jugando el emperador en el momento en que oyó el olifante de Roldán. Hoy esta pieza es un relicario del siglo XIV.
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Leyendo esto me quede interesado por la Chanson de Roland.